 Ajuste Dinámico de Velocidad: Igualando Precisamente la Demanda
Ajuste Dinámico de Velocidad: Igualando Precisamente la Demanda Lo mejor de un motor de corriente alterna (CA) de velocidad variable es que no se limita a pasar simplemente de 'encendido' a 'apagado', sino que regula su velocidad utilizando un rango continuo. También utiliza una 'tecnología de inversor' lo suficientemente avanzada como para convertir la corriente alterna (CA) a corriente continua (CC), y luego controlar la frecuencia de la corriente que consume el motor, lo que a su vez cambia la velocidad del motor. Esta velocidad puede controlarse y ajustarse entre el 20 % y el 100 % de la velocidad máxima del motor.
Ejemplo de motor de velocidad fija tradicional: Cuando la temperatura de la habitación está por encima del nivel deseado, el motor de velocidad fija se enciende 'a toda potencia' y luego se 'apaga' cuando baja por debajo de ese nivel. Esto no solo es ineficiente en cuanto al consumo de energía, sino que también crea amplias 'fluctuaciones' de temperatura. Por otro lado, un motor de velocidad variable funciona de una manera 'mucho más gradual'. Si se requiere refrigeración en un día normal, el motor funciona a 'baja velocidad' y luego puede ser 'aumentado' durante la hora punta de calor del día. Este motor no necesita 'encenderse y apagarse abruptamente', permitiendo que no haya 'oscilaciones' de temperatura, lo que hace que el lugar sea más cómodo.
En comparación con competidores de velocidad fija, los motores de corriente alterna (CA) de velocidad variable ofrecen una eficiencia energética mucho mayor y, por lo tanto, son la opción principal para usuarios comprometidos con el medio ambiente y responsables desde el punto de vista económico. Estas mejoras en eficiencia se pueden atribuir a dos factores clave: menos desperdicio de energía durante los arranques frecuentes, y una operación optimizada a velocidades más bajas.
La corriente operativa de arranque de los motores de velocidad fija puede ser 3 a 5 veces más alta que la corriente promedio. Tiene la tendencia de sobrepasar el nivel de corriente promedio, lo cual conlleva un costo energético al momento de arrancar la mayoría de las veces. El costo incurrido por estos motores es mayor en el tiempo promedio. En otras palabras, los módulos de baja velocidad arrancan mejor. En lugar de usar corrientes altas directamente, estos módulos las van incrementando progresivamente. Otra ventaja es que estos módulos son muy eficientes incluso con cargas parciales. Un buen ejemplo es que a la mitad de la velocidad, el motor consume aproximadamente el 12.5% en comparación con la velocidad máxima. La proporción es tan alta porque corresponde al cubo de la velocidad. Esto es muy favorable, ya que la mayoría de los sistemas de aire acondicionado, especialmente en climas moderados, funcionan solo con carga parcial. En estos casos, estos módulos son ideales, dado que los módulos de velocidad fija consumen una gran cantidad de energía. Existen estudios que muestran que el aire acondicionado variable es mejor en un 30 a 50%, lo cual representa un gran ahorro a largo plazo.
Más allá de la eficiencia, los motores de corriente alterna de velocidad variable ofrecen beneficios superiores al mejorar la calidad del clima interior y proporcionar mayor confort gracias a la obtención de temperaturas estables en interiores. Estos beneficios provienen directamente del funcionamiento continuo de los motores a diferentes velocidades.
La filtración y circulación del aire mejoradas que ofrecen estos motores incrementan aún más el confort. Los motores de velocidad variable funcionan con mayor frecuencia, incluso a bajas velocidades, logrando que más aire circule a través de los filtros del sistema de climatización. Este movimiento también aumenta la capacidad del aire interior para eliminar el polvo, el polen, la caspa de las mascotas y otras partículas en suspensión, mejorando así la calidad del aire. Los sistemas avanzados con motores de velocidad variable también permiten que el ventilador funcione a velocidades bajas predeterminadas en ciclos intermitentes, lo que proporciona circulación y mejora el confort con un consumo energético reducido. Estas características y beneficios no pueden ser ofrecidos por sistemas con motores fijos.
La reducción de ruido es otro beneficio exclusivo que tienen los motores de corriente alterna (CA) de velocidad variable en comparación con los de velocidad fija. A diferencia de los motores de velocidad fija, que generan un ruido notable durante la fase de arranque y a plena capacidad, lo cual puede ser disruptivo en dormitorios, oficinas en casa e incluso en bibliotecas, los motores de velocidad variable no presentan tales problemas, ya que operan principalmente a velocidades más bajas y arrancan de forma gradual.
En sus rangos de baja velocidad, el ruido del motor y del ventilador suele ser un 50-70% menor que el de los motores de velocidad fija a plena potencia. Incluso cuando el motor se acerca al ventilador y cambia de velocidad ante mayores demandas, evita las bruscas picos de ruido asociados a aumentos repentinos de potencia. Casi todos los acondicionadores de aire de velocidad variable operan a cincuenta decibelios o menos. Para tener una referencia, esto equivale a una conversación suave. Debido a esto, estos dispositivos son extremadamente adecuados para todos los hogares y oficinas donde la reducción del ruido sea una preocupación importante.
Debido a la reducción del desgaste en las piezas, los motores de corriente alterna (CA) de velocidad variable suelen durar más que los motores de CA de velocidad fija. Puesto que los motores de velocidad fija se encienden y apagan con frecuencia, el bobinado, los cojinetes y el resto de la mecánica sufren mayores esfuerzos. Cada vez que el motor se inicia, también experimenta estrés mecánico y eléctrico, provocando desgaste y envejecimiento prematuro, además de incrementar la probabilidad de fallos.
En comparación, los motores de velocidad variable funcionan a velocidades razonables de forma continua, lo que resulta en menos arranques y paradas. Los arranques y paradas graduales, junto con la aceleración y desaceleración suaves, reducen el estrés mecánico en las piezas que de otro modo experimentarían cargas y velocidades repentinas. Además, el resto de los motores de velocidad variable vienen con protecciones térmicas de ruido a velocidad, monitoreando la temperatura y reduciendo la velocidad de las partes que podrían causar ruido, lo que optimiza los motores de corriente alterna (AC) de velocidad variable. Los motores AC de velocidad variable suelen durar entre 15 y 20 años seguidos, mientras que los motores de velocidad fija duran alrededor de 10 a 15 años. Esta reducción en el desgaste también disminuye los reemplazos prematuros, lo que a su vez reduce los costos de mantenimiento y ayuda al medio ambiente.
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